Plata líquida


El mar se extiende
hasta donde alcanza
mi vista.

Parece de plata.

La Luna se alza redonda,
no muy por encima,
y lo tiñe.

Parece de plata.

El mar
desde donde lo miro
parece de plata

pero no lo es

y si bajo la mirada
veré como se come las rocas
a los pies del acantilado.

Parece de plata

pero no lo es.

Es agua salada y fría.
Lo sé bien,
recuerdo perfectamente
el escozor
con el que acaricia
las heridas.